Álbum musical destacado por la página web oficial de la Universidad Nacional de Educación Pública Estatal Española (UNED). Apartado dedicado a MIGUEL HERNÁNDEZ, "Poemas musicalizados y discografía". Incluído también en la obra literaria del escritor y colaborador de Radio Nacional de España Fernando González Lucini, "MIGUEL HERNÁNDEZ ...Y su palabra se hizo música".

martes, 19 de enero de 2016

FICCIÓN: 10 Lugares de Orihuela en donde pasar miedo: 3. Junto al río Segura


La historia de Pedro es como la de otros muchos jóvenes de la zona cercana al Río Segura cuyas almas se han perdido para siempre entre las fauces de unas aguas embravecidas que parecen no saciar nunca el hambre del sufrimiento de aquellos que ha sido víctimas de su furor. Cuando iba caminando con sus dos amigos tranquilamente cerca de la orilla, un otoño cualquiera, de repente el agua empezó a crecer. A los jóvenes no les dio tiempo a huir: la furia del caudal misterioso reventó toda barrera, inundando los alrededores y ahogando las vidas de esos chicos que, inocentes, no sabían de la cólera de ese río. Intentaron correr, pero los resbalones producidos por el barro y la dificultad para escapar de la zona hicieron que finalmente se encontraran sus cuerpos sin vida unos días después.

Lo que no sabía Pedro ni sus amigos es que el mismo camino que estaba siguiendo ese fatídico día por la orilla del río, ya en la Edad Media, había sido utilizado como “cementerio improvisado” de cientos de cadáveres, resultado de otra de las furiosas convulsiones del río Segura desde Jaén a Orihuela pasando por Albacete y Murcia.

Ante tal prodigio de la naturaleza los habitantes de algunos pueblos colocaban los cuerpos de los ahogados sobre la orilla del río allá por donde sabían que el agua no iba a engullirlos de nuevo.
Así que lo que en antaño había sido un camino lleno de vida con animales, y vegetación se cubría de dolor y sufrimiento en apenas unas horas dejando un rastro de muerte y pobredumbre.
No queremos ni imaginar lo que habría sido ver tal espantosa imagen de cientos de cadáveres colocados en fila bordeando la zona.

El sanguinario Río Segura, tiene su origen en una cueva natural inundada, a 1.413 msnm, en la pequeña aldea de Fuente Segura. 

Misteriosamente, este río es temido por sus furiosas crecidas e inundaciones. Ya en la baja Edad Media acabó con la vida de miles de personas, que, inocentemente, habían pensado que vivir cerca del río sería fuente de vida. Muy al contrario, los borbotes de agua fueron como dagas que hicieron crujir los huesos de los habitantes de la zona.

Los aldeanos, asustados, hicieron construir obras de defensa como presas, motas, canales de derivación y encauzamiento en algunos tramos. Pese a la gran cantidad de embalses, los desbordamientos siguieron haciendo mella en toda aquella persona que se atrevía a instaurarse cerca de la zona.

Las crecidas del Segura en la baja Edad Media empezaron en octubre de 1328 y destacó la frecuencia ya en esa época de desastrosas avenidas, con 17 incidentes terribles de gran importancia durante el siglo XV.  El más importante, sin embargo, fue el de septiembre de 1452, lo que llevó a desarrollar mejoras en el cauce y varios proyectos de encauzamiento en la capital murciana.
Aún así, el furioso río continuó precipitando sus aguas fuera del caudal, para arrasar con todo aquello que se encontrara en el camino.

En 1545 el desbordamiento del Segura inundó Murcia. En 1651 la Riada de San Calixto causó 1.500 muertos en la misma población.

La riada de Santa Teresa fue uno de los episodios más sanguinarios del Río segura, que, a su paso por Murcia el 15 de octubre de 1879, dejó atrás una inundación que acabó con las esperanzas de rehacer su vida de muchas personas.

El caudal del río, aquél momento, superó los 1.800 m³/s tanto en Murcia como en Orihuela, marcando los registros históricos más altos de la historia. La rabia del río, que había intentado ser controlado decenas de veces por miles de manos, causó más de 1.000 muertos y numerosos destrozos en la Región de Murcia y la Vega Baja. Las víctimas en Orihuela, según algunos informes, calculan que fueron alrededor de los 300 fallecidos además de graves daños tanto en las viviendas como en los cultivos cercanos.

La riada del río Segura alcanzó en Murcia más de 10 metros de altura, sobrepasando la defensa del Malecón y cubriendo los ojos del Puente Viejo. Sin embargo, ese no fue el último ataque del río sanguinario.  En el siglo XX las riadas de 1946, 1948, 1973, 1982, 1987 y 1989 han pasado a la historia superándose en muchas de ellas los 1.000 m³/s de caudal máximo instantáneo.

Hoy en día, debido a la historia terrible de este río, ha pasado a ser el río más controlado de Europa, siendo canalizado a finales del siglo XX en su cuenca baja.

Sin embargo, no todos se fían de que éste haya sido el final de esta inédita fuerza de la naturaleza, que, según cuentan, ha dejado miles de almas en pena vagando en su orilla, aún hinchados por el agua y pidiendo ayuda para poder liberarse de las zarpas de este endemoniado caudal. 
Como prueba de ello he podido recoger el testimonio de un testigo que quiere permanecer en el anonimato.

F. G. M., natural de Orihuela, me confesó recientemente presa de un incontenible pánico al recordar el episodio que le sucedió el día que su vida cambió para siempre: 

“Nunca más he vuelto a acercarme a esa orilla. Una noche, ya que mi perro no me dejaba dormir por que había algo que le irritaba tanto que no paraba de ladrar lo saqué a pasear.
Serían como las dos de la madrugada cuando empecé a escuchar unas extrañas voces, que parecían que venían de debajo del agua. Eran como débiles susurros que no hacían más que repetir una frase que no conseguía interpretar. Intenté acercarme para averiguar de qué se trataba. Pero no hizo falta, cuando ya había iniciado mi camino hacia el lugar en donde parecían partir las voces vi a lo lejos, dos figuras, apenas dos sombras luminosas. No parecían cuerpos completos ya que fui incapaz de verles los pies y las piernas y el aspecto me pareció como si se tratara de campesinos, pero sus ropas parecían anticuadas, de otra época.
Eso me detuvo en seco y me quedé titiritando de miedo al recorrerme un escalafrio por la espina dorsal.
Entonces empecé a escuchar cientos de lamentos, voces que aparecían a mi alrededor y que era incapaz de descubrir su procedencia.

3 comentarios:

  1. hola, un día iba con mi madre a ociopia por la pasarela que ahi detras de la comisaria. empece a mirar abajo al rió, tengo vertigo pero esa vez no me dio miedo la altura. me atrae lo paranormal. voy al grano cuando mire hacia abajo sentí desesperación, angustia y miedo. no se si en ese punto murió ahogado alguna persona en alguna riada

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    1. Gracias por el comentario. La zona de Ociopía tiene en su haber varios lugares y sucesos escabrosos.
      En la parte donde estaba situada la Cruz del Río, se ahogaron muchas personas. Era un lugar en donde parecía que el río te hipnotizara y luego te engullera.

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    2. También senti eso,como si el rio en esa zona me atrayera y era como si me dijeran tirate al agua venga. En vez de sentir vertigo.

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