Objetivo;
arrasar la Vega Baja. Protocolo activado, a la hora establecida y
en el minuto concreto, todo ser –vivo o muerto- será
exterminado.
El
primer muerto-viviente un agricultor de la Murada. Un mordisco
asegura el contagio. En los primeros instantes 12 infectados, en
tres horas 1.700 no muertos, holocausto caníbal.
Orihuela, Almoradi,
Torrevieja, el territorio está militarmente sitiado. Nada ni nadie
saldrá nunca.
En
el instante determinado el estallido desintegró la comarca. La
pandemia ha sido extinguida.
El
virus brotó en los lixiviados del vertedero y ahora avanza por las
entrañas de la tierra. El apocalipsis zombi es nuestro destino.
Juan Miguel Pérez Gutierrez
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