Álbum musical destacado por la página web oficial de la Universidad Nacional de Educación Pública Estatal Española (UNED). Apartado dedicado a MIGUEL HERNÁNDEZ, "Poemas musicalizados y discografía". Incluído también en la obra literaria del escritor y colaborador de Radio Nacional de España Fernando González Lucini, "MIGUEL HERNÁNDEZ ...Y su palabra se hizo música".

martes, 1 de noviembre de 2016

Orihuela Curiosa: La fama de las mujeres oriolanas


Cuenta un madrileño, que allá por las otras tierras de la España se hablaba mucho y que muy bien de las virtudes de nuestra tierra.

Famosas eran las huertas y frutos que de ella salían.

Nombrar Orihuela era como decir en voz alta las bondades de una tierra fértil, donde destacaban los limones y naranjas de nuestro vergel.

Pero aquí, en el árbol prohibido del Paraíso Perdido había otros frutos que tenían fama de deliciosos, de apasionados y hermosos.

Esos frutos de notoriedad nacional eran las mujeres oriolanas.

Consideradas a principios de siglo XX como las damas más hermosas de toda la península.

Así que no es de extrañar que ante tanto piropo, la oriolana fuera cambiando su autoestima y empezase a mirar por encima del hombro como si ellas fueran las únicas mujeres de la patria.

Para demostrar este hecho, me he topado con un documento, una historia que cuenta un antiguo madrileño que pone de manifiesto a que nivel de chulería llegaba la mujer de estas tierras.

Este hombre cuenta, en una de sus obras que cuando pisó por segunda vez el suelo de Orihuela, después de haber pasado la tira de años sin asomarse por estos lares, lo primero que le sorprendió es que el color del pelo de las oriolanas había cambiado.

En una época en la que lucir el pelo de color dorado era muestra de coquetería y una actitud pecaminosa muy criticada por la curia, resulta que todas las oriolanas, arropadas por ese nuevo sentimiento de seguridad que les daba el sentirse la más codiciadas del país, se pusieron de acuerdo al unísono para colorearse todas a la vez el pelo con el color de los brillantes rayos de luz del sol. O sea, tintarse de rubias.

Fue la primera ciudad de España en donde ocurrió esto. Y lo relata un experto en mujeres.

Esta curiosa y a la vez fascínate anécdota está reflejada en una de las obras de aquel mujeriego madrileño que visitó nuestra ciudad por segunda vez en su vida.

Aquel que fue considerado como uno de los pioneros de la novela erótica.

Me estoy refiriendo a Joaquín Belda que curiosamente es originario de Cartagena, en donde la belleza de sus mujeres también es hoy día muy considerada.

FUENTE: 
Las Bodas de Oro de mi Colegio (Joaquín Belda)

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