A poca distancia de aquí, concretamente en el camino que
lleva a Hurchillo, ocurrió un desagradable crimen el domingo 29 de septiembre
de 1929.
Era ya entrada la noche cuando en una de las tabernas
huertanas de la carretera de Hurchillo, dos hombres mantenían una acalorada
discusión.
Lo suyo ya venía desde mucho atrás. Eran clientes habituales
del local y siempre estaban enzarzados en terribles disputas que en ocasiones
incluso habían acabado en agresión.
Los dos hombres se temían pero a la vez se buscaban
mutuamente porque parece ser que a los dos les gustaba “picar al otro”.
Cuando uno decía una cosa, el otro le respondía con lo
contrario.
Pero aquel maldito día, todo iba a cambiar, porque uno de
ellos venía armado.
El Cuadrao, que así lo llamaban todos los que lo conocían se
enfrentó a El Nieto (Manuel Lidón).
Más animado que de costumbre por haber bebido más de la
cuenta, sacó El Nieto un arma de fuego y realizó tres disparos que impactaron
en El Cuadrao.
Los gritos despertaron la conciencia del agresor percatándose
de lo que había hecho y varios de los que allí estaban pasando la noche
cogieron al herido y lo trasladaron a la Casa de Socorros en donde le practicaron una
primera cura de urgencia.
Luego fue trasladado al Hospital San Juan de Dios de
Orihuela donde no pudieron hacer nada por el desgraciado que murió a las pocas
horas en la madrugada.
Manuel Lidón fue arrestado y conducido a la cárcel en donde
se le mantuvo incomunicado hasta que el juez distase su condena.
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